Cuando escucho o leo la palabra avestruz de inmediato me imagino al ave que esconde la cabeza en un hoyo en el piso y que representa gráficamente el dicho: ojos que no ven corazón que no siente. Aunque para mí es muy poco común hacer esto sé que muchas personas a las que amo les gusta aplicar esta estrategia: lo que pide el cuerpo cuando amanece un día complicado es quedarse bajo las cobijas. Pareciera que a veces ignorar los problemas es una sana elección para ellos y olvidan que “La sábana de plumas es impermeable a la luz del alba, pero el día avanza y los problemas no se evaporan.”
Si lo necesitas, has una pausa, respira, piensa, analiza y has frente a cada situación; ten en mente que cada experiencia te hace crecer, y nadie dice que no duela, pero de seguro valdrá la pena.
Muy bueno Jeanne!! Un abrazo!
ResponderEliminar