Hoy quisiera que habláramos de la riqueza y la
abundancia material; y es que mucho se dice y se cree sobre estos temas, y a
veces por tratar de parecer más espirituales procuramos no evidenciar el
querer ser prosperados en esos aspectos.
Hace poco presencié una conversación respecto al
dinero que me sorprendió bastante, una persona le decía a su interlocutor que ¡el
dinero era del diablo!, lo cual pareciera explicar por qué muchas personas
adineradas y/o con poder son tan macabras. El asunto es que me di cuenta que
las creencias que salieron a flote eran absolutamente limitadoras. Yo por mi
parte estaba en total desacuerdo con eso, pienso que el dinero solo es una
herramienta y dependiendo del corazón de la persona que lo tenga será utilizado
para ayudar o para destruir, así, tal
como un cuchillo: puede ser usado para cortar aliños pero también puede ser
usado para asesinar.
Aquí quiero desmenuzar dos hechos, lo primero: las
creencias de estas personas, como mencioné en el párrafo anterior, son
totalmente limitadoras y esto puede tener efecto directo en sus finanzas, tener todo este tipo de sentimiento y pensamientos sobre el poder, la riqueza y tener bienes materiales en abundancia puede
definitivamente definir tu enfoque en metas financieras y sabotear tus acciones
en relación a esto. Puedes decir voy a hacer x actividades porque me he
planteado la meta de tener cierta
cantidad de dinero o bienes, pero resulta que crees que el dinero y la
abundancia son malos, o te volverán mala persona, ¿qué crees que pasará? , me
atrevería a asegurar que tus acciones serán saboteadas por tus creencias.
Lo segundo y último es: no pretendo ser dueña de la verdad
absoluta pero creo que la ambición y no la riqueza o abundancia es lo que hace
que una persona se desvié del camino, preocuparme por tener un corazón limpio
debería ser un modo de vida, así nos aseguramos que podamos tener todo el
dinero del mundo y podamos darle un buen uso; que implique incluso ayudar a
otros.
Enriquecedora lectura! 😘
ResponderEliminarRealmente la avaricia y la ambición corrompen el corazón de las personas y hacen mal uso del concepto que tenemos del dinero.
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