Soñar no Cuesta Nada

 

Y quien no ha soñado alguna vez con ser un súper Héroe, volar, ser invisible; pero crecemos, dejamos de hacerlo y empezamos a ser “realistas” y con eso matamos muchas veces nuestro espíritu creativo y visionario porque hay muchas cosas que terminan pareciendo imposibles y “hay que tocar piso”.

No permitamos que el gusanito del realismo se meta en nuestra cabeza, hagamos un equilibro entre el sentido común y el creer que el cielo es el límite, quienes han marcado la diferencia, primero fueron tildados de locos por un mundo que no entendía la velocidad de sus pensamientos y su capacidad de ver mas allá de la época en la que habían nacido.  Como bien lo dice la frase atribuida a Walt Disney: Si puedes soñarlo puedes hacerlo.

Puedo citar a muchas personas que se atrevieron a soñar y con esto nos permitieron a nosotros vivir una realidad que parecía imposible a través de sus inventos: Thomas Alva Edison (la bombilla), Charles Tellier (el refrigerador), Alexander Graham Bell (El teléfono), Paul Nipkow (Tv electromecánica), Karl Benz (automóvil) y puedo seguir por muchas líneas, pero lo importante aquí es que ellos no permitieron que nadie matara sus sueños, por mas locos que pudieran parecer. ¡Tú tampoco lo hagas!

Ejercita tu mente pensando en todo aquello que te gustaría alcanzar si te dijeran que tu éxito estaría garantizado, si tuvieras todo el dinero para lograrlo y si no pensaras en los límites y empieza a ver cómo puedes hacerlo posible, establece un plan y da los primeros pasos. Si otros han soñado y lo han logrado tú también puedes hacerlo.

 

Equipaje Emocional

 

Cuando vamos de viaje nos cuesta elegir que es lo que nos llevaremos, a mi me pasa que quiero meter mi casa en la maleta para que no me falta nada, esto es fácil identificarlo con lo físico, pero y ¿qué pasa con nuestra parte emocional/ espiritual? ¿Qué es lo que estamos metiendo en esa maleta?

En nuestro transitar por la vida vamos acumulando experiencias con cada circunstancia que vivimos, a veces son buenas a veces no tanto, pero se convierten en un cúmulo de cosas que van formando parte de nuestro equipaje de vida.  Capitalizar nuestras vivencias sería lo ideal, pero sucede que lo mas común es cargarnos y vivir con un peso que no nos deja ser felices, si nuestro equipaje es dolor, rencor, culpa créeme que será tal el peso que nos costará atesorar lo pasado y disfrutar el presente.

Asegúrate de que lo que cargues en tu maleta te fortalezca, te enriquezca y contribuya a tu armonía y paz, trata de ser una mochilera espiritual y carga solo con lo necesario para realmente vivir y tener el lugar suficiente para las cosas buenas que te depara el presente y el futuro. Camina ligero, suelta y se feliz.

METAS: ¿Estás haciendo hoy lo que te acerca a tus metas?

¿Estás haciendo hoy lo que te acerca a tus metas? Y yendo un poco más atrás ¿cuáles son? ¿las has establecido?

Mucho se dice de tener metas y de ir por ellas, pero la pregunta esencial es ¿sobre la base de qué las estableces? ¿Son tuyas de verdad? ¿provienen de lo profundo de tu ser, valores y anhelos? o solo suenas bonito, transcendentales, pero en el fondo sabes que al cabo de cierto tiempo la habrás abandonado.

En mi opinión, la forma más eficaz de mantenerte en marcha sobre tus metas es que éstas representen un verdadero anhelo/deseo para ti, algo por lo que incluso trabajarías sin que te paguen y que respondan a tus valores y principios esenciales. No tienes por que querer sonar sublime, recuerda son TUS metas y es a ti a quien deben motivar.

Lo primero que te recomiendo hacer es: ver que te inspira de verdad, cuales son tus 3 principales deseos, lístalos y enúncialos. Repite este ejercicio con tus valores y principios. Cuando hayas hecho esto, reserva un espacio para soñar con todo aquello que quisieras ser o tener a corto, mediano y largo plazo. No te limites por nada, imagina que tienes todo para poder cumplirlos y lo más importante alinéalos con tus principales deseos, valores y principios.

Ahora ya estás muy cerca de establecer tus metas; asegúrate de colocarle fecha a tus sueños y de cubrir los diferentes aspectos de tu vida: Profesional, personal, financiero, espiritual, diversión, estado físico y casi habremos terminado la primera fase, tienes frente a ti un listado de tus metas.

Por último, prioriza el listado anterior, agrupa por nivel de prioridad (cubriendo cada aspecto de tu vida) y comienza a establecer tus objetivos intermedios, que darán paso a tus actividades diarias, las cuales deberían formar parte de tu agenda. ¡Vamos! Atrévete, comienza hoy, siempre es un buen día para empezar a planear tu vida.

Altruismo

Cuando comenzó este 2020 nunca nos imaginamos pasar por lo que estamos viviendo con el COVID19, esta situación mundial ha trastocado la mayoría de los aspectos de nuestra vida, todos nos hemos visto afectados, pero algunos en mayor medida. Podemos sentarnos a lamentarnos o mirar esto como una oportunidad de ser mejores personas, de ayudar a los más necesitados, sé que es un momento de ver cómo puedo tomar medidas de prevención no solo ante la enfermedad sino ante nuestras finanzas, pero hay personas que nos necesitan.

A veces me siento mal porque no puedo ayudar a todos lo que quisiera y antes me ocurría que como no podía abordar un grupo amplio o hacer algo trascendental entonces me paralizaba, pero una vez escuché algo que me hizo cambiar: No tengo que esperar montar un comedor para personas indigentes para poder hacer algo, con que sume al menos una acción positiva cada día ya estaré contribuyendo. Si decido al menos dar 1$ o un pan a una persona que lo necesite habrá alguien que pudo desayunar ese día. Así que mi llamado es a que comencemos hoy, siempre es un buen momento para sumar y ayudar.

Desapegarse

Para desapegarnos primero debemos estar conscientes que estamos sufriendo de apego. ¿Pero y que es el apego?  generar un vínculo en el cual exista la dificulta de separación y necesidad de estar siempre con el objeto del sentimiento.

Debemos ser seres interdependientes, caminar estableciendo relaciones sanas en las cuales podamos interactuar desde la elección y no desde la necesidad, si esto no está pasando entonces el apego está asomando sus narices.

Les confieso que por 10 años fui una persona que no sabía relacionarse, sufrí mucho, en relaciones tóxicas de las cuales me costaba salir. Todo comenzó cuando terminé mis carreras universitarias, terminé mi relación de 11 años y me fui a vivir a Estados unidos. Mi mundo había cambiado radicalmente y pasé de controlarlo todo a ser controlada, por primera vez mis emociones eran la prioridad y no pude canalizarlo. Antes, todo se basaba en mis calificaciones y mis metas académicas, pero eso ya había terminado, ahora tenía tiempo para mí, en un nuevo país en donde ni siquiera dominaba el idioma. Venía de un entorno donde yo tenía un estatus y ahora debía comenzar de nuevo. Allí comenzó el apego a sembrar su semilla macabra, empecé a depender de otras personas y al paso del tiempo me di cuenta que algo estaba mal; toleraba situaciones que antes nunca hubiese permitido y se me complicaba establecer algunos límites.

Es importante que dejemos de autoengañarnos, siempre nuestro corazón nos da indicios de que una situación no está bien.  Es importante contar a una persona cercana aquello que nos está haciendo sentir mal, en mi caso ese fue el inicio de mucho trabajo para recuperarme. Mi hermana Milagros fue un gran apoyo al igual que mis amigas que me ayudaron a buscar ayuda de un especialista que me orientó y me hizo saber que se trataba de apego emocional un término hasta ahora desconocido por mí. Quisiera decirles que ahí todo se arregló, pero no, tuve que vivir un largo proceso de recuperación bajo la guía de Dios, mi terapeuta, grupo de apoyo (CODA), Grupo de vida de mi iglesia y mucha disciplina. En el camino hubo recaídas (por terca) lo que implicó reiniciar el proceso tantas veces como fue necesario, pero hoy al final de mucho trabajo intencional puedo decir que soy libre del apego.

No se cual sea tu situación, pero si estás viviendo algo similar, no cayes, busca ayuda y sal de ese ciclo tóxico, ¡si yo pude tú también puedes!