lunes, 10 de diciembre de 2018

Sembrando amor


Se lee tan bonito, pero es tan complejo hacerlo en el día a día cuando alguien se nos atraviesa al manejar, cuando el vecino  no se estaciona bien  y nos dificulta el paso, cuando llaman los de telemarketing de cualquier empresa (a mí me pasa con los de Claro jaja) ¿Será que en esos momentos sembramos amor?
Es tan fácil dar amor a quienes nos aman, a quienes nos agradan, a quienes no nos molestan pero como dice la biblia: Si eres amable solo con tus amigos, ¿en qué te diferencias de cualquier otro? Lo que nos hace marcar una verdadera diferencia es amar a quienes consideramos personas difíciles, te has puesto a pensar que tú quizá no seas tan fácil.
Nuestras acciones dejan huellas a nuestro paso, que maravilloso sería que fueran huellas de amor, esto tiene que ver con nuestro trato a las personas, lo que hacemos por ellas e incluso lo que dejamos de hacer pues en ocasiones podemos ser tan indiferentes ante lo que le sucede a otros aun teniendo la oportunidad de ser parte de la solución, dar una mano amiga, escuchar, estar o apoyar de alguna forma. En oportunidades nos creemos con el derecho de ser jueces sin darnos cuenta que también merecemos ser juzgados; procuremos que cada palabra y gesto edifique al que lo recibe, el verdadero reto es amar en todo momento no solo cuando te está yendo bien en la vida y andas oliendo azucenas en todos lados. 
En este mundo donde todo corre a mil por horas  detente por un momento y pregúntate ¿Qué huellas estás dejando? ¿Estás sembrando amor?