jueves, 10 de noviembre de 2016

Ganar - Ganar

Para unos Ganar – Ganar, para otros perder-perder, ¿para ti?
La vida se ha encargado de enseñarme que en las relaciones es imposible tener la razón en todo sin resquebrajarlas, el principio ganar/ganar es fundamental para el éxito en todas nuestras interacciones, ¿suena fácil no?, pero soy testigo de que es supremamente complejo; empieza con el carácter y fluye en forma de acuerdos a través de las relaciones.

Este es un principio cargado de amabilidad y nobleza donde siempre se piensa en el bien de todos y dejar a un lado la experiencia o conocimiento que puedas tener en un ámbito en particular, bien sea con tu pareja o hijos, olvidarse de los criterios particulares sesgados por esa creencia de que yo lo hago mejor o lo que yo creo es más eficaz, en pro del bien común.
Mientras más cosas no negociables tengas en tu vida más cuesta arriba será tener buenas relaciones. Pareciera que nacimos con el Chip de querer ganar siempre y resulta que para poder relacionarnos mejor debemos desaprender ese paradigma y sembrar la semilla del: no quiero tener la razón, quiero ser feliz. Despide a tu ego o intereses egoístas y dale la bienvenida a la escucha empática.
Es posible que cierta situación pueda ser resuelta con la idea de la otra persona o juntos buscar una idea que quizá no sea la de ninguno pero sea la mejor para acabar con el conflicto. Todo esto implica un examen de expectativas de ambos lados, para el posterior establecimiento de un acuerdo en el que se genere confianza.
¿Cómo pensar de ese modo? Es necesario conquistarse internamente, superar la inseguridad o desconfianza en uno mismo. evitando: la competitividad y la comparación excesivas y luego de haber ganado esta batalla internar estaremos listos para el llamado a la conciencia común, siendo el siguiente paso el planteamiento de posibles soluciones divorciadas de intereses particulares para abrir paso a los intereses comunes, escoger la solución y ceñirse a su cumplimiento. A veces es solo cuestión de aclarar lo que cada parte espera sinceramente y decidirnos a flexibilizarnos respetando nuestros principios esenciales.

En mi caso estoy librando la batalla interna inspirada por el deseo de tener relaciones más sanas y sostenibles en el tiempo, de la mano de Dios y con la fe de que cada día puedo ser mejor persona. ¿y tú, en qué lugar te encuentras?