martes, 7 de abril de 2015

Mujeres que Aman Demasiado

 Muchas veces sentimos, amamos, cuidamos nuestras parejas más allá de nosotr@s mism@s percibiendo este hecho como algo natural, lo cual no es correcto. Es importante revisarnos y evaluar si pudiéramos estar padeciendo del síndrome de  amar demasiado.
En cierto momento de mi vida,  me encontraba sin saberlo, amando demasiado,  y por aquellas afortunadas casualidades de la vida me topé con un libro que me dio mucha luz y me proporcionó herramientas muy valiosas: Las mujeres que aman demasiado de Robin Norwood. Se los recomiendo ampliamente.
Pero, ¿qué es el síndrome de amar demasiado? Tomo extractos propios del libro mencionado para explicarlo.
“Amar demasiado no significa amar a demasiados hombres, ni enamorarse con demasiada frecuencia, ni sentir un amor genuino demasiado profundo por otro ser. En verdad, significa obsesionarse por un hombre y llamar a esa obsesión amor”
“… el amor se convierte en amar demasiado… cuando nuestro deseo de amar, nuestra ansia de amor, nuestro amor mismo, se convierte en una adicción…”
“… nadie se convierte en una mujer así (que ama demasiado), por casualidad. Entre otras características típicas, la mujer que ama demasiado… proviene de un hogar disfuncional que no satisfizo sus necesidades emocionales…”
“… Las mujeres que tienen esta clase de características emocionales se ven atraídas una y otra vez hacia hombres que son emocionalmente inaccesibles por una razón u otra… y a menudo se enfrentan al dilema del buen sexo en una relación infeliz o imposible…”
“… las mujeres que aman demasiado tienen poca consideración por su integridad personal en una relación amorosa…”


¿Cómo saber si soy una mujer que ama demasiado? 
Verifica si te identificas con algunas de las siguientes afirmaciones. Sin tratar de autoengañarte:

v No puede salir de una relación que le causa mucho sufrimiento.
v Se esfuerza continuamente en cambiar y “mejorar” a su pareja.
v Con mucha frecuencia asume las mayores responsabilidades en la relación.
v Se siente la gran ayudadora y salvadora de su pareja, que muchas veces es una persona adicta.
v Es inteligente, capacitada, emprendedora, con un cierto sentido de superioridad y sacrificio.
v Persigue el sueño de convertir a su hombre en el príncipe azul gracias a su gran amor, quien por fin la hará feliz. No está en contacto con la realidad.
v Durante su infancia desarrolló respuestas emocionales distorsionadas.
v Su modelo es un amor inmaduro “romántico”, de arrebatos y sufrimiento.
v No puede amar a los hombres que serían buenos para su vida, le resultan aburridos.
v Vive con intensidad un cóctel de emociones (ansiedad, incertidumbre, celos, miedo, dependencia…) y a esto le llama amor.
v Se siente irresistiblemente atraída por un hombre encantador, inmaduro, misterioso, inaccesible, problemático, necesitado de ayuda… a quien piensa que tiene que conquistar y cambiar.
v Sufre continua e intensamente con su hombre cuyo amor “necesita para vivir”; amor del que cada vez obtiene menos migajas y por el que cada vez paga un precio más alto.
v Se hace adicta a su “hombre-droga” y al dolor emocional que le produce la situación. Sabe que eso la está matando pero siente que no puede evitarlo.
v Puede disfrutar de muy buen sexo en una muy mala relación.
v Confunde angustia, miedo y dolor con amor y excitación sexual.
v No la atraen sexualmente los hombres con quienes no lucha.
v Vive sus relaciones con gran desconcierto al no comprender cómo es que su gran capacidad de entrega y de amor no es correspondida ni apreciada.
v No se le ocurre preguntarse: ¿Esta relación es buena para mí? 
v Muchas veces está soportando malos tratos sin ser consciente de ello.
v Debido a su dependencia emocional, a su adicción a la relación, puede llegar a situaciones extremas de malos tratos.
v Cuando todavía ignora que está afectada de esta enfermedad emocional, se siente muy desgraciada. No entiende “por qué tiene tan mala suerte con las parejas”.


¿Qué hacer si soy una mujer que ama demasiado?

Parte importante de la recuperación del síndrome es entrar en un estado de consciencia y partir de allí para tomar acciones que lleven a hacer nuestra vida todo lo agradable que deseamos. No es conveniente ser autodidacta con este tema, si identificas que eres una mujer que ama demasiado debes además de atender terapia ir a un grupo de autoayuda donde conseguirás la orientación y apoyo que necesitas.