“El amor comienza desde nuestro
interior” es una frase muy conocida, pero, ¿alguna vez te has sentado a
reflexionar sobre esto? Muchas veces andamos por la vida queriendo que nuestra
pareja, familia y amigos nos amen y nos valoren pero nosotros vamos por la vida
con un humor de perros! Contradictorio!!.
Para cosechar, primero debemos
sembrar, empezando desde nuestro interior ya que imposible que sembremos amor en factores
externos si no hemos cultivado el amor en nuestro corazón. Naciste del amor,
así no hayas sido planificado. Dios te amó, y en un acto de infinita gracia y
bondad permitió que hoy estuvieras en este mundo para tener un sin número de experiencias
de crecimiento. Quizá no has conseguido todo lo que quieres o las cosas no han
salido como anhelas pero ten por seguro que has tenido lo que él ha considerado
que necesitas aunque muchas veces duela.
La mejor maneja de sembrar amor es
darlo, pero ¿y como lo cultivo dentro de mí? Es importante crear un estado de
paz e inducir un estado de amor por cada cosa haya en tu vida.
El primer paso que te recomiendo es
agradecer cada experiencia, circunstancia o cosa que poseas, no digo que te
alegres por todo porque es obvio que si estás pasando por un momento difícil
alegrarse no sería lógico pero sí agradecer en todo momento la voluntad de dios
que es perfecta. El agradecer te ubica en un estado positivo y al estar de este
modo empiezas a sentirte a gusto y puedes con facilidad llenarte de amor y por
ende podrás proyectarlo y la consecuencia será recibirlo.
El amor es como una tarea de vida.
Así como un pintor jamás dice: “Voy a esperar mi inspiración para pintar mi
obra maestra”; jamás tampoco deberíamos
sentir amor solo por quienes nos aman o por quienes nos agradan, cada persona
que llega a nuestra vida, nos da una valiosa lección para aprender el arte del
amar. No menospreciemos este gran regalo de la vida.
Llena tu vida de amor por lo que
tocas, por lo que haces, por lo que crees, por lo que tienes, por quienes te
acompañan en esta vida, por aquellos que no están pero tuviste el privilegio de
tener a tu lado algún tiempo, por lo que ves, y aun por lo que no, por quienes
te aman y mucho más amor por quienes te han dañado de algún modo. El amor lleva
a la paz y en mi caso es lo que conozco como felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario