Habiendo adquirido
una buena actitud y generado una atmósfera interna sosegada, te sugiero te
propongas a hacer un examen minucioso de tu propio ser, en mi caso, comencé por
pensar en preguntas que antes no me había hecho por diferentes motivos: miedo,
evasión, estar ocupada en vivir la vida de los demás y lo más importante vivir como los demás querían o esperaban
que viviera. No puedo negar que pasaba buenos ratos, que vivía experiencias
muy gratificantes, pero había una realidad: NO SABÍA REALMENTE LO QUE YO QUERÍA.
Al momento de
escribir este artículo tengo 36 años, y debo añadir que durante este tiempo he
conocido muchas personas que me regalaron momentos espectaculares, con quienes
compartía y nos ayudábamos mutuamente, pero cada vez que estas personas se
movían en la búsqueda de sus metas y nuestros caminos se separaban yo me
quedaba a la deriva, sencillamente porque a diferencia de ellos yo no estaba
caminando hacia mis objetivos, es más, dudo que los tuviera claros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario