sábado, 6 de abril de 2024

Cero Victimización

 

¿En qué aporta el sentirte víctima? ¿Tendrá sentido andar por la vida arrastrándose por las cunetas? Yo prefiero levantarme en Victoria a pesar de mis derrotas porque así la vida cobra sentido.

Yo también fui una persona amante del drama, que maximizaba y exageraba todo lo que me pasaba llevando las emociones al límite, y honestamente sentía mucho dolor, nunca creí que estuviera exagerando porque realmente dolía mucho. Recuerdo una vez una terapeuta me dijo que estaba llevando todo a un nivel de dramatismo muy dañino, que debía separar las cosas y dejar el drama, realmente no recuerdo lo que dijo con exactitud, pero sé que fue muy respetuosa, pero yo quedé: ¿Qué? NO es drama, esto es duro, esto que siento me lastima auténticamente, sin embargo, sus palabras se quedaron clavadas en mi cabeza y me senté conmigo misma y llegué a la conclusión de que quizá SI estaba metida de cabeza en el drama, muy enfocada en lo que me estaba sucediendo sin explorar soluciones sino solo para quejarme y autocompadecerme.


Después de tomarme un espacio y tiempo para meditar en todo esto decidí mover unas piezas sin muchas ganas, comencé a dejar la pose de victima a la que le hacen o le pasan muchas cosas y empecé a buscar soluciones, ver las cosas en perspectiva, ayudar a otros y tomar el control de mi vida, y resultó cierto, ósea si me pasaban cosas y no eran agradables pero el salir del drama me ayudó a salir de donde estaba, atrayendo más drama y más situaciones incómodas para mí. No había mucho que pensar, ni perder, más bien mucho que ganar pues tenía mucho tiempo sintiéndome mal.

Han pasado más de 15 años de esto y nunca volví a la victimización, me di cuenta de que no vale la pena pues no se gana nada, por el contrario, es mejor darle el control a Dios, primeramente, y hacerte responsable de tu vida, nadie puede hacerte nada que tu no permitas, ¡y si! Pueden ocurrir situaciones inesperadas de las cuales no eres responsable pero tu escoges como sentirte y como reaccionar ante ellas. Puedes decidir quedarte llorando por la leche derramada o comprar otro litro y hacer el postre, siempre estará en tus manos lo que suceda con tu vida. Ojalá que optes por estar bien y buscar soluciones no por autocompadecerte.