Nuestra vida se compone de
capítulos, cada uno tiene un principio y debe tener un final, pero pasa que
muchas veces nos quedamos pegados queriendo prolongar el cierre, bien porque
estamos muy felices en el momento o porque el dolor o dependencia no nos deja
soltar.
Nada en la vida es eterno
y el querer prolongar el disfrute no es más que codependencia, debemos tener
esa capacidad de vivir nuestro momento y cada proceso en su tiempo
correspondiente. Aprender que en la vida todo trae aprendizaje y enriquecimiento,
pero hay que abrirse a recibir lo que está por venir y sacar el mejor provecho
de cada etapa.
Cuando tenemos cierta edad
tendemos a apegarnos y rehusarnos a volver a empezar, sentimos que se nos cae
el mundo si una relación a nuestros 35, 45 , etc. se termina y por eso muchas
veces aguantamos cosas que no debemos. Es mejor cerrar cada fase en su momento
y cooperar con un nuevo comienzo para que Dios y la vida puedan brindarnos lo
que tienen para nosotros sin que seamos el principal problema con el que se
consigan.
Confieso que yo fui una de
esas personas apegadas y sufrí mucho para desprenderme de lugares, relaciones
incluso de peluqueros jejeje. Pero aprendí a dejar que la vida me sorprendiera
y me mostrara lo bonito de cada tiempo. Hoy valoro el momento presente, quiero
a las personas que están a mi lado, pero si se van las despido con cariño y
agradecimiento. No vivo de mis glorias pasadas porque siento que es inspirador
tener metas que se conviertan en mis glorias presentes y futuras. Si tengo que
moverme de país o de ciudad lo veo como una oportunidad de conocer personas
maravillosas, lugares impresionantes, respirar otros aires e incrementar mis
experiencias de vida y puedo decir que es increíblemente motivador: te llena el
alma y te permite vivir en paz, añoras sanamente, pero eres feliz donde y con
quien estás en ese momento.
No sé a qué estás
apegad@ hoy pero siempre te voy a recomendar por experiencia propia que
sueltes, libera tus manos para recibir lo nuestro creador tiene para tu
presente. ¡Se feliz aquí y ahora!