Muchos
se sienten así, como atrapados en una interacción en la que no quieren estar en
la que se cansaron de dar el todo por el todo, aguantar y aplicar. Detente a analizar,
¿Qué es lo que te detiene? ¿por qué no puedes reaccionar?
¿Estás Evadiendo la realidad? sin pensar, sin querer reaccionar, sin querer hacer.
¿Por dónde empezar? Por enfrentar tu realidad, luego orar y de la mano de Dios decidir. No hay apuro, pero no debe haber más pausas, ¡empieza YA!