Cuando vamos de viaje nos cuesta elegir que es lo que
nos llevaremos, a mi me pasa que quiero meter mi casa en la maleta para que no
me falta nada, esto es fácil identificarlo con lo físico, pero y ¿qué pasa con
nuestra parte emocional/ espiritual? ¿Qué es lo que estamos metiendo en esa
maleta?
En nuestro transitar por la vida vamos acumulando
experiencias con cada circunstancia que vivimos, a veces son buenas a veces no tanto,
pero se convierten en un cúmulo de cosas que van formando parte de nuestro
equipaje de vida. Capitalizar nuestras
vivencias sería lo ideal, pero sucede que lo mas común es cargarnos y vivir con
un peso que no nos deja ser felices, si nuestro equipaje es dolor, rencor,
culpa créeme que será tal el peso que nos costará atesorar lo pasado y
disfrutar el presente.
Asegúrate de que lo que cargues en tu maleta te
fortalezca, te enriquezca y contribuya a tu armonía y paz, trata de ser una
mochilera espiritual y carga solo con lo necesario para realmente vivir y tener
el lugar suficiente para las cosas buenas que te depara el presente y el
futuro. Camina ligero, suelta y se feliz.