viernes, 23 de agosto de 2019

De la Rigidez a la Flexibilidad


Confieso que este tema es candela para mí porque a lo largo de mi vida he sido una persona muy estructurada y perfeccionista, lo que a los ojos de la mayoría de las personas pareciera ser un atributo,  pero para quieres somos así termina siendo una espada de Damocles ya que el mundo no se mueve generalmente bajo nuestros esquemas y terminamos frustrados o estresados.

A mí todo me gusta ordenado, pero les cuento que antes eran temas muy extremos como ordenar por colores, por tamaño, seguir rutinas, apegarme a la agenda. Todo esto se traduce en que eres una persona compleja, y casi siempre con problemas para las relaciones,  seamos sinceros a muy pocos les gusta compartir con personas tan rígidas; si relacionarte no es tu prioridad y seguir estos esquemas te hace feliz  que bueno por ti; pero en mi caso generaba incomodidad, me gusta mucho compartir con las personas y todo esto lo complicaba, la gente tenía que parirme para quererme jeje y no es que ahora me vean y me amen pero puedo decir que he dado grandes pasos de avance en el tema.
  •     Lo primero fue darme cuenta que esto era un problema para lo que yo quería ser y hacer, y que la rigidez y temas no negociables lejos de facilitarme la ruta hacia mis metas, me la complicaba.
  •   Lo siguiente fue ver qué podía cambiar, me pregunté: ¿realmente quiero autómatas haciendo todo a mi modo? ¿Aceptando todo lo que digo y hago? ¿qué pasaría si esto o aquello no se hace exactamente igual como yo quiero?
  •    Empecé a explorar lo que la gente podía hacer, como redactaban algo sin mi intervención, solo como ejercicio,  y aunque el resultado no era como yo quería exactamente, en muchos de los casos igualmente gozaba de aceptación y me gustaron algunas ideas. Conclusión: la vida igual continúa sin que yo haga o supervise todo.

Cuando somos perfeccionistas la palabra delegar es casi un enemigo: “para que algo salga bien tengo que hacerlo yo”, para vencer esto  hay que procurar ser intencional, puede uno sorprenderse gratamente de lo que otros pueden hacer, y para cuando los resultados no son como querías está el último ingrediente con el que sinceramente aún sigo practicando: dejar que las personas se equivoquen y no matarlas en el intento jajajaja, , será la única manera que se empoderen , recordemos que nosotros también nos equivocamos.  
Aunque sintamos que nadie hará las cosas como nosotros sencillamente no podemos hacerlo todo recuerda el dicho popular: el que mucho abarca poco aprieta.  El mundo existe antes de ti y cuando no estés probablemente seguirá existiendo así que relájate y camina ligero. Un líder que no sabe delegar no es completamente un líder.