Las creencias son los juicios que determinan como nos vemos a nosotros mismo, los demás, las circunstancias y nuestro entorno.
Lo que creemos se origina de fuentes
como nuestros padres, maestros, entorno social, medios de comunicación, lo que
nos inculcaron, alguna experiencia y se arraigan muy fuertemente en nuestra
personalidad al punto que llegan a definir como reaccionamos, nos relacionamos
e interpretamos un hecho.
Nuestras creencias influyen con fuerza en nuestra eficacia
cotidiana. Cada uno de nosotros tiene creencias que actúan como recursos, junto
con otras que nos limitan.
Hoy quiero centrarme en las Creencias limitadoras, ya
que son ellas las que nos impiden alcanzar el éxito en nuestras vidas y ser
realmente felices.
¿Has sentido desesperanza? ¿Has creído que hagas lo
que hagas nada cambiará las circunstancias? O que no eres los suficientemente bueno
o capaz de conseguir algo. Tal vez en el fondo de tu corazón has albergado un
sentimiento de no merecimiento que se evidencia en que a pesar de que sabes que
tus metas son alcanzables, que tienes la capacidad de lograrlas renuncias a ellas sin motivo aparente, y resulta que todo esto sencillamente se
trata de tus sistema de creencias.
Las creencias limitadoras operan a veces como “virus
mentales”, que interfieren con nuestros
esfuerzos y las más influyentes están fuera del alcance de nuestra conciencia.
Para tener éxito, las personas necesitan cambiar esta
clase de creencias limitadoras por otras que impliquen esperanza en el futuro,
sensación de capacidad y responsabilidad y sentido de valía y pertenencia pero
aun
a pesar de que algunas creencias sean limitadoras en nuestras vidas, es
sumamente complejo tratar de cambiarlas por medio de las normas tradicionales de
pensamiento lógico o racional, por el contrario debemos buscar la raíz de la creencia y
actualizar nuestros arquetipos mentales bajo técnicas como la exposición a
nuestra limitación auto creada, establecer nuevas relaciones, clarificar o
alterar relaciones clave, así como los mensajes recibidos en el contexto de
ellas.
Recordemos que: “Nosotros somos los protagonistas de
nuestras vidas, los hacedores de nuestra realidad y es nuestra decisión utilizar
nuestras creencias a favor o en contra, esto nadie más que tú lo puede definir”