jueves, 25 de mayo de 2017

Comunicación eficaz

¿Cómo deberíamos comunicarnos? Indudablemente de una forma en que podamos transmitir efectivamente lo que sentimos, deseamos o necesitamos. Expresemos lo que queremos sin tratar de obligar a la otra persona que acepte ciegamente lo que nosotros decimos, escuchemos aunque nos cueste, limpiemos el canal del ruido de la predisposición.

¡El lenguaje corporal!!.. a veces amigo, muchas veces enemigo, posee el 70% del poder de la comunicación, por eso debemos convertirlo en nuestro aliado.

¡No es lo que digo, sino como lo digo! en mi caso la mayoría de problemas que tengo están relacionados con este dicho popular y sucede que muchas veces tengo la razón pero se desvanece en el momento en que no he sabido transmitir mi mensaje por utilizar gestos y/o tonos inadecuados.
Actualmente me encuentro trabajando en este aspecto de mi personalidad y debo confesar que es una de las batallas que más me ha costado librar ya que mi expresiones faciales no me lo facilitan, tengo lo que en ingles llaman “the resting  bitch face”( término para describir generalmente a una chica cuya expresión facial (o falta de ella) involuntariamente aparenta enojo, irritación, desprecio, particularmente cuando se relaja o expresa una emoción), lo cual es un verdadera pesadilla jeje. Las personas normalmente creen que algo malo me pasa o que estoy molesta cuando en realidad no me pasa nada y a veces estoy feliz y creo incluso estar sonriendo.
Lo bueno es que siempre pueden mezclarse los ingredientes y producir un buen resultado, si bien es complejo luchar con tus rasgos faciales no es imposible darle un matiz de accesibilidad. ¿Cómo? Jugando con el tono de voz, tratando de suavizarlo lo más posible, al punto que compita con tu (in)expresión.
Si te interesa conectarte un poco más con las personas cuando hablas es importante mantener un alto nivel de consciencia de tus debilidades: capacidad de oratoria, posturas, rasgos faciales, tono de voz, y conjugarlos conscientemente de tal manera que la interacción sea asertiva. Intencionalmente trata de neutralizar posturas desafiantes, no señales, ni ‘batas’ las manos/brazos invadiendo el espacio del interlocutor; esto es un tema complejo para las personas visuales que normalmente dibujamos lo que decimos, pero no se trata de dejar de ser nosotros sino de utilizar nuestras características a nuestro favor.  Si sabes que tu manoteo es desafiante no discutas un tema álgido con tus manos disponibles, carga un libro, mete tus manos en el bolsillo, el usar las manos puede ser útil para expresarnos si no abusamos de ello, y sobre todo si no lo empleamos para invadir espacios: señalar de forma acusadora, empujar, mover las manos sobre la cara del otro.

En el caso del tono: cuando más caldeado estén los ánimos asegúrate de bajar el volumen de tu voz y luego generar el rapport necesario en la situación. La suave respuesta calma la ira, ésta especialmente ha sido mi mayor debilidad, “mi bendito tono de voz”, parece que grito y más si la situación me altera las emociones, hasta ahora mi clave ha sido mantenerme en un estado de consciencia plena, de este modo identifico mis subidas de tono, y voy bajando progresivamente los decibeles, acto seguido el interlocutor también lo hace.

A veces si se trata de lo que digo! Siempre he aplicado la transparencia brutal y con el pasar de los años la vida se ha encargado de enseñarme que, como decía un comercial de la gaseosa Seven up, ¡no siempre es bueno ser transparente!, ¿cómo lo voy logrando? Consciencia plena, ingrediente básico; y luego retraso mi respuesta unos segundos, lo cual me da oportunidad de pensar lo que voy a decir, y/o como lo voy a decir. No se trata solo de ser honestos sino también de aplicar la generosidad en nuestras palabras entendiendo que después que sueltas la bomba dejará marcas indelebles en el otro, practiquemos la moderación y la indulgencia aunque seamos dueños circunstanciales de la verdad.