Si
eres de esas personas que hoy se encuentra afanado por llevar a cabo tus metas
suponiendo que una vez las alcances también alcanzaras tu felicidad te sugiero
que hagas una pausa para que luego no te quedes con el mal sabor de quedar en
medio de una celebración sintiendo : ¿Esto era todo? ¿Y ahora qué? La vida se compone de momentos
que debes vivir sin esperar llegar a ningún lado sino justamente cuando estos
estén ocurriendo.
En el
camino a un objetivo hay pasos y tareas igualmente disfrutables que son los que
le dan la razón de ser. En este transitar conoces personas, lugares, adquieres
nuevas destrezas y es disfrutar cada elemento lo que da significado a lo que
hacemos. La llegada per se es solo un minuto, la preparación es el camino que
nos da conocimiento y vivencias necesarias para nuestro crecimiento y para que
nuestra vida tenga sentido.
En mi
caso me había enfocado toda la vida en lograr metas para descubrir que no
sentía nada al alcanzarlas, lo irónico de todo era que el enfoque en la
obtención del resultado final era tal que tampoco disfrutaba el proceso, y
resulta que es el proceso lo disfrutable hoy día puedo entenderlo.
La
vida se encargó de darme esta lección: “es
gratificante alcanzar una meta pero es un momento fugaz”, el proceso es el
espacio de tiempo que nos permite saborear nuestra meta al máximo.
Si en
algún momento te descubres viviendo de manera tan acelerada enfocad@ solo en
llegar a ese objetivo que te has trazado, te sugiero que respires y te dediques
a degustar el proceso, vive con intensidad cada segundo, cada actividad te
aseguro que vale la pena hacerlo. La vida se nos pasa mientras esperamos el
momento ideal para disfrutarla. Así que vívela con amor y pasión disfrutando de
esos pequeños momentos J