lunes, 22 de julio de 2013

¿Te gustas a ti mismo?:

¿Has notado que muchas veces dedicamos más tiempo preocupados por gustarles a los demás que nos olvidamos del hecho de gustarnos a nosotros mismos?
Te has detenido a pensar en esta pregunta: ¿Te gustas? Y cuando digo gustar no me refiero exclusivamente al aspecto físico al que no siendo primordial tampoco le resto importancia, el hecho es, ir un poco más allá e incluir aspectos como la personalidad,  habilidades, carácter y actitudes
En mi caso no lo había hecho, esa reflexión no formaba parte de mis prioridades, lo peor de todo no fue notar que nunca había dedicado tiempo a esta cavilación sino que la respuesta era un NO rotundo que quizá no podía notar de manera consciente pero si a través de mis patrones de conducta.
En determinado punto en mi vida me encontraba siempre acompañada o buscando estarlo, no realizaba sola ni siquiera actividades básicas como ir al supermercado, jamás he ido al cine sola a pesar de tenerlo como un desafío desde hace años, programaba cada día de mi vida con una carga total de actividades, por supuesto, con alguien más!! Procurando llegar a casa exclusivamente a dormir. Conclusión: no quería pasar tiempo conmigo misma y no lo había concientizado.

En una oportunidad me encontraba conversando con mi amiga Laura y ella me hizo esta pregunta que me movió profundamente: ¿Por qué si a todos les gusta pasar tiempo contigo a ti no te gusta hacerlo? Y era la gran realidad, procuraba llevar una agenda que me mantuviera siempre ocupada, actividades de todo tipo lo cual no es malo siempre y cuando se reserve un lugar para compartir contigo a solas, conocerte y sobre todo identificar como está tu relación contigo misma. En mi caso la realidad era que no me gustaba estar sola, peor aun la soledad era para mi un monstruo, llegar a mi casa directo del trabajo y quedarme en quietud era como para enloquecer.
¿Qué estaba pasando? YO NO ME GUSTABA. Aun en este momento sigo en el proceso de promover ese estado de armonía que me permita aceptarme y amarme tal como soy a la par que voy trabajando en acercarme más a mí y a lo que quiero ser manteniendo mi esencia.
En una oportunidad asistí a una conferencia y el orador lanzo una pregunta que me ha ayudado mucho en este proceso de identificación, te la comparto y te pido que de ser posible tu también te la hagas.
1.     ¿Te gustaría vivir con alguien como tu? ¿Por qué?
Si tu respuesta es afirmativa, eres uno de los pocos afortunados que conozco, Te Felicito!!!.. Procura mantenerte en este estado, amarte y cultivar cada día el crecimiento de esta relación personal contigo tratando  de que luego de tu conexión con Dios, éste sea el más importante de tus romances.
Si por el contrario fue un NO, estás en mi grupo J , mi respuesta fue rotundamente negativa. Por lo tanto  agregué para consumo personal las siguientes interrogantes:
2.     ¿Como me convierto en la persona con la que me gustaría vivir?
3.     ¿Posees las características de la persona con la que te gustaría tener una relación? ¿Por qué?
4.     ¿Cuáles son estas características?


Una vez identificadas las respuestas de la preguntas 2 y 4 te sugiero que las pongas en práctica y empieces a establecer un estado de armonía personal, pues para proyectar lo que deseas en primer lugar debes gustarte tanto (sin caer en el narcicismo) que cuando te pregunten quien es la persona a la que más admiras lo primero que se te venga a la mente es tu imagen. También recuerda que cuando te sientes bien contigo mismo, logras aceptarte y puedes estar solo, entonces también estas listo para compartir sanamente con los demás, ser mejor en compañía de otras personas y verlas con el amor que Dios te ve que es como deberías  verte a ti mismo, basándote en la premisa de: ¿cómo pretendo tener una relación sana con los demás sino la tengo conmigo mismo? ¿Cómo intento relacionarme conmigo sino tengo una relación espiritual?

Espero que la próxima vez que te preguntes ¿Me gusto? Puedas responderte. No, no me gusto, Me fascino!! J